Contextos

 

A pesar de que en los últimos años se han presentado mejoras en términos de oportunidades de acceso de niñas a la educación, uno de los problemas que persiste todavía a nivel global es su poca participación y falta de inclusión en actividades y carreras enfocadas a las áreas S.T.E.M (ciencia, tecnología, ingeniería, y matemática).

Según cifras de la UNESCO, las mujeres representan sólo un 35% de las personas que acceden a programas de educación superior relacionados con alguna carrera S.T.E.M; sólo un 28% de los investigadores científicos en el mundo son mujeres, y únicamente el 22% de las niñas en el nivel educativo de primaria tienen la expectativa de desarrollarse profesionalmente en los campos de la ciencia, la tecnología y la ingeniería. En Colombia, los datos apuntan a que, aproximadamente, solo un 29% de estudiantes mujeres que cursan una carrera profesional están inscritas en programas de ingeniería, manufactura o construcción.

La problemática radica principalmente en la ausencia de incentivos y motivación para que las niñas hagan parte de actividades de la esfera S.T.E.M en los primeros niveles y etapas de su educación. De esta manera, el sistema educativo juega un papel determinante en la delimitación de los intereses de las niñas en la ciencia y la tecnología, así como en la garantía de igualdad de oportunidades de acceso a una educación S.T.E.M de calidad.

Para que esto suceda, necesitamos generar conciencia sobre la problemática, y adicional generar acciones para que las cifras se reduzcan y las oportunidades para las niñas y mujeres en áreas científicas y tecnológicas aumenten.